
La rodilla es la mayor articulación del cuerpo humano. Conecta el fémur con la tibia y posee ligamentos que limitan los movimientos y dan estabilidad a la articulación. La rótula es la «polea», permite la flexión y extensión de la rodilla.
El cartílago articular está situado en los extremos del fémur, de la tibia y en la cara interior de la rótula. Su función es la de proteger el hueso, amortiguar las cargas producidas en la articulación y facilitar y lubricar sus movimientos. Los meniscos (interno y externo) son estructuras de tejido fibrocartilaginoso situados sobre las mesetas tibiales. Distribuyen las fuerzas en la rodilla y cargas que se ejercen sobre las superficies articulares de la rodilla, estabilizan la rodilla y disminuyen la fricción.
También forman parte de la rodilla los tendones, que insertan los músculos a los huesos articulares. De esta forma, transmiten la fuerza muscular a los huesos durante el movimiento.
Entre las patologías más comunes se encuentran:
- Condromalasia rotuliana.- Producida principalmente por un desgaste del cartílago debido al deporte, la edad o una mala nutrición.
- Artrosis y artritis reumatoide.- Enfermedades de tipo inflamatorio provocadas por un déficit en nuestro sistema inmune, éstas dos patologías tienen un fuerte componente emocional y están estrechamente ligadas a una mala nutrición y épocas de estrés prolongado.
- Lesiones en menisco.- En deportistas las causas de estos desgarros pueden ser debidas a giros bruscos de la rodilla con el pie apoyado, al estar la rodilla soportando una carga y los meniscos encontrarse comprimidos entre el fémur y la tibia. En los pacientes de edad avanzada, los desgarros suelen ser por motivos degenerativos.
El conocimiento es solo potencial. Aplicar ese conocimiento es poder. Entender por qué y cuando aplicar ese conocimiento es sabiduría.
Takeda Shingen
¿Cómo prevenir este tipo de lesiones a través de la alimentación?
En el caso de pacientes jóvenes y deportistas en primer lugar es importante tomar conciencia de cual es nuestro nivel físico real, y evitar sobrecargar la articulación con entrenamientos excesivos, jornadas de esfuerzo interminables, aprender cómo calentar y estirar bien antes y después de un entreno y tener muy en cuenta las recomendaciones nutricionales.
Para prevenir y regenerar los cartílagos, es importante llevar una dieta rica en aminoácidos, ya que ayudan a absorber el calcio y producir colageno. Uno de los esenciales en este caso es la lisina. Dónde podemos encontrar éste aminoácido en la alimentación?
- Legumbres (En especial soja y garbanzos)
- Bacalao
- Carne roja proveniente de pasto
- Caldo de huesos (carnes de pasto)
- Huevos ecológicos
- Levadura de cerveza
- Frutos secos oleaginosos
La vitamina C y antioxidantes en general también son fundamentales para prevenir el desgaste articular, mantienen la producción de colageno y aumentan el oxígeno en sangre. Alimentos a tener en cuenta:
- Frutos rojos
- Kiwi
- Papaya
- Naranjas
- Brocoli
- Coliflor
- Brotes alfalfa
- Perejil
Si queremos tomar suplementacion como coadyudantes dentro de una dieta adecuada, pueden ayudar el cartílago de tiburón, sulfato de glucosamina, colageno hidrolizado, membrana de huevo o sulfato de condroitina.
El consumo de agua es fundamental para mantenernos correctamente hidratados y por ende mantener hidratados nuestros cartílagos.
El calcio, fósforo, magnesio y la vitamina D juegan un gran papel dentro de la reparación, prevención y recuperación de lesiones.
No quiero dejar de lado el aspecto emocional dentro de este tipo de lesiones, ya que el estrés y los altos niveles de cortisol acidifican nuestro organismo y producen respuestas inflamatorias, como la artritis reumatoide.
Ejercicio físico moderado, la práctica de meditación diaria, suplementos de Omega 3 y Aswaghanda, además de una correcta higiene mental mantendrán nuestros cuerpos a raya, recuerda!! MEN SANA IN CORPORE SANO.