El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin.
Comte
QUÉ ES?
Es un proceso metabólico por el que la célula destruye estructuras y moléculas internas que ya no son útiles o que existen en exceso, o bien que provienen de un cuerpo extraño, ajeno a la propia célula. Es, en definitiva, un proceso de degradación intracelular que permite el reciclaje de componentes celulares para mantener el equilibrio celular (homeostasia).
Literalmente “autofagia” significa “comerse a sí mismo”.

Cuando los nutrientes escasean, las células tienen un sistema para descomponer la maquinaria celular vieja o innecesaria y recoger las partes de esa maquinaria para seguir funcionando.
Cuando la autofagia falla, las moléculas tóxicas aumentan y se pueden producir enfermedades como el mal de Parkinson, el Alzheimer, la diabetes tipo 2 y el cáncer.
En resumen, la autofagia, llevada a cabo en los lisosomas, tiene las siguientes funciones:
- Reciclaje de componentes celulares ya no útiles o funcionales. Se estima que la autofagia ayuda a producir los 200 a 300 gramos de proteínas que necesita el cuerpo todos los días.
- Respuesta a la ausencia de nutrientes. Los lisosomas “se comen” componentes extras de las células, que no son vitales para su funcionamiento, y así obtienen energía.
- Respuesta defensiva frente a virus y bacterias.
¿CÓMO SE LLEVA A CABO?
El proceso es relativamente simple. Existen una serie de genes que codifican para unas cuantas proteínas que se adhieren a cualquier membrana “anormal”. Entre estas membranas podemos citar como ejemplo la de una mitocondria deteriorada. Tras este marcaje proteico la mitocondria es rodeada por otra membrana, formando el autofagosoma, y transportada a un lisosoma, situado en la membrana celular. El lisosoma se fusiona con la membrana que contiene la mitocondria y es entonces cuando las enzimas hidrolíticas del lisosoma llevan a cabo su misión, digiriendo el orgánulo dañado o defectuoso. Parte de las moléculas resultantes de la digestión son absorbidas por la célula y así reaprovechadas, mientras que el resto se desecha por medio de la exocitosis (se expulsan fuera de la célula).
El ayuno intermitente 16-8, ayunos controlados de 24h promueven este tipo de limpieza interna.
Está comprobado la mejora en enfermedades degenerativas como Alzheimer, artritis, artrosis o diabetes de tipo 2.