La vida no es justa, ves acostumbrándote.

Bill Gates

Se acaba 2020… Un año que comenzó con Terapias 360º a pleno rendimiento, con las formaciones de medicina estética para ESSAE y estrenando nuevo puesto dentro de la multinacional INDIBA como formadora del departamento de ginecología para Italia. Atrás quedaban más de dos años de mucho mucho esfuerzo, de compromiso, conmigo y con mi proyecto, lidiando a la par con el cáncer de mi padre que nos tuvo en vilo durante más de un año, con la situación política en Cataluña que durante 2019 fue bastante intensa y con la incertidumbre intrínseca de todos aquellos que un buen día decidimos echar raíces en esto de la emprendeduría.

Pero de repente, como a todos, una sacudida sorpresa, al nivel tortazo de madre cuando eres crío y no te lo ves venir te sacude de arriba a abajo y te deja totalmente atónito. Sí, un tortazo de madre con la mano abierta, de esos que antes no se consideraban maltrato si no aprendizaje, uno de esos fue lo que sentí cuando de repente cancelaron todos mis vuelos a Italia, echaron para atrás la venta de mi piso de Barcelona, cerraron la escuela donde imparto clases y por un tema de seguridad decidieron no dejar trabajar a todos aquellos (fisioterapeutas, quiromasajistas, terapeutas…) que nos dedicamos a mejorar la calidad de vida de las personas.

Y así, con todos los deberes bien hechos, la vida decide ponerlo todo patas arriba una vez más. Quien bien me conoce sabe que practico el pragmatismo y la resiliencia desde bien pequeña, así que mi primer pensamiento fue, hey!! Un mesecito sin trabajar? No pasa nada, genial!! Un fantástico momento por fin para poder descansar de todo, y limitarme a dormir, entrenar, comer y como mucho salir a aplaudir a las 20h a ritmo del Dúo Dinámico.

Pero pasa un mes.

Y otro.

Y otro.

Y otro más…

Y no cambia nada.

Y el tiempo libre te invade, te agobia, te agota.

Y los ingresos no existen.

Y la esperanza se pierde.

Y los pensamientos negativos comienzan a aflorar…

Y el cansancio.

Y la apatía.

Y solo tú puedes decidir qué camino tomar, a quién hacer caso, y seguir hacia adelante.

Cuando decidí emprender el camino del self-employment estaba más que convencida que ese era el modo de vida que iba a hacerme más feliz, entonces?… Debería hacer aceptado ese puesto de trabajo que me ofrecieron? El otro? Debería hacer estudiado unas oposiciones como me decían mis padres? Debería?…

10 meses después mi vida, y la de tantos otros ha dado un giro de 180º, a nivel laboral, personal e incluso físico. Mejor? Peor? Diferente, sin más. Es por ello que decidí no agobiarme con Terapias 360º. Siempre tuve muy claro que este proyecto que decidí emprender con tanto entusiasmo hace ya 3 años no iba a resultar el «culpable» de mi sentimiento de vacío actual, así que decidí aparcarlo al 100% y buscarme la vida para tener un mínimo de ingresos mensuales que me permitieran al menos continuar con mi calidad de vida. Cero pobre de mi, cero compasión, cero llanto. Aceptar, asumir, responsabilizarme, tragar saliva y seguir adelante. Aprovechando los días que me levantaba con ganas y los días que me levantaba sin ellas, hacer lo mismo, pero sin ganas.

La vida no es justa, no hace que lluevan billetes de 500€ alrededor del más currante ni fulmina cósmicamente a aquellos que actúan de forma inhumana. La vida es vida, y punto, y MR.WONDERFUL y Paulo Coelho han hecho mucho daño en los cerebros de la sociedad.

Como iba diciendo antes mi decisión fue aceptar la situación y adaptarme a ella, volviendo a mis comienzos como quiromasajista dando masajes en el equipo de futbol de mi pueblo, disfrutando cada colaboración online que he podido realizar con INDIBA y el resto del tiempo intentar cuidar de mi, de mi cabeza, y disfrutar del regalo que siempre está ahí, con COVID y sin COVID, la naturaleza.

Mi madre dice que dios aprieta pero no ahoga, y así ha sido. Por suerte, tener los deberes bien hechos siempre ayuda, así que he podido permitirme todos estos meses de mu bajos ingresos, he disfrutado y sigo disfrutando de lo bonito que es trabajar con niños en un entorno tan diferente al que estoy acostumbrada, lejos de Barcelona. Poco a poco me he dado a conocer y el boca/oreja de los habitantes del pueblo está haciendo que Terapias 360º esté volviendo a coger forma, reinventada pero viva, INDIBA sigue a la espera de poder comenzar a cruzar fronteras… No han sido meses fáciles, y ahora tampoco auguro que vaya a venir una época de vacas gordas, pero hey!! estoy aquí. Estoy viva, sigo teniendo dos manos para trabajar, una cabeza que funciona y comida en el plato cada día, duermo en una cama, tengo calefacción, agua corriente… Una época de mierda si, pero una época que como tantas otras también pasará.

Me gusta esta sensación difícil de explicar, la sensación de sentir que un año después sigo queriendo y teniendo claros mis objetivos: continuar con mis proyectos, irme a vivir más cerca del pirineo, seguir creciendo como persona. aportar y compartir momentos de calidad con mi familia, con mis amigos y con todos aquellos que hacen que mi vida sea mucho más especial.

Terapia 360º despierta del hiberno señores, vamos a seguir dando un poco de guerra.