
Nos hemos abandonado al desamor, al desgano de vivir colectando horas en el vacío, en los días que se dejan pasar y se vuelven a repetir, intrascendentes, sin huellas, ni sol…
Gioconda Belli
Hoy he hecho llorar a un niño.
Hoy he hecho llorar a un niño porque le dolía mucho la cadera, porque quiere ser un buen portero para su equipo de fútbol, porque lleva tres partidos sin jugar y sabe que le necesitan, y esas lágrimas que han envuelto su cara han encendido un fueguecito de niña en mí. Y su padre le decía que no hay que llorar, que llorar es de niñas, y mientras él intentaba parar de llorar un pedacito de mí también ha querido llorar con él.
Y entonces me ha venido a la cabeza la lágrima que hubiera soltado bien a gusto delante de la monitora del gimnasio que me ha contestado mal esta mañana porque tiene un carácter digno de no ser expuesto al resto de la humanidad; también he pensado en la lágrima que hubiera dejado caer cuando hoy en el supermercado la cajera tampoco tenía un buen día y he sido partícipe de lo mal que ha contestado a la señora mayor que estaba delante mío por no saber pagar bien con la tarjeta, y lo mal que me ha contestado a mí cuando ha sido mi turno. Porque a mí estas vivencias me encogen en alma, me hacen pequeña, me agotan.
Y cuando vivo estas situaciones, cuando veo cómo los seres humanos nos tratamos, con qué poco amor y con qué poca empatía. Cuando veo lo poco que sonreímos, pienso.. Será por todas las lágrimas que no dejamos caer de niños? A qué se debe tanta rabia contenida? Cuando tratamos mal a una persona mayor, nos paramos alguna vez a pensar que nosotros también seremos torpes, lentos y necesitaremos ayuda algún día? Cuando contestamos mal de manera gratuita hacemos alguna vez la reflexión de pensar que quizá por nuestra soberbia estamos haciendo que el día de esa persona sea mucho más triste? Tanto cuesta? Tanto?
Hoy he hecho llorar a un niño, pero le he dicho que no le diera vergüenza llorar, que llorar es de ser muy fuerte, que dice mucho de su nivel de responsabilidad y de compromiso, y que además si hace todos los ejercicios que le he dicho podrá doblarse tanto o más que spiderman que es su ídolo numero uno, y hemos hecho los ejercicios juntos, y ha dejado de llorar, y ha sonreido, se ha sonado los mocos y me ha dado las gracias. Y que bonito es ver limpiarse los mocos con la manga del jersey a un niño que ya sonríe porque sabe que hay un adulto que cree en él, en el que puede confíar y que puede ser su apoyo. Y este es parte de nuestro trabajo como adultos, el darnos apoyo, respeto, cuidado, cariño.. Y si no vas a aportar nada bueno, mejor aporta silencio, al igual si tienes un mal día, cuenta hasta diez, valora lo que tienes y respira hondo porque igual resulta que no es tan malo, que tenemos casa y comida, que no todos pueden decir lo mismo.
Y hoy ha sido un lunes muy lunes, así que toca leer algo bonito y descansar un rato, que mañana será un nuevo día, a ver si me va a pillar sin sonreir ❤️