
Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo, ese viaje ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza.
Luis Eduardo Aute
Querido diario:
A falta de poquitas semanas para cerrar el año es justo y necesario hacer resumen de estos meses donde la desaparición casi definitiva de las mascarillas y el boom de carreras a las que apuntarse ha marcado sin duda el ritmo a la tan ansiada vuelta a la normalidad.
Este año no ha sido un año fácil. Este año ha sido el primer año en el que he sentido que las fuerzas no me han acompañado en momentos clave y como no podía ser de otra manera el ánimo también me ha flojeado. Empezar temporada haciendo podio en la fueva me dio bastante confianza pero la caída y fisura de escafoides en horcajuelo… con eso sí que no contaba.
Salir a correr por la montaña siempre me ha llenado de energía, me ha ayudado a verme fuerte y a aclarar pensamientos, y creo que no solo NO soy la única si no que la gran mayoría de corredores de montaña y montañeros en general vemos en el deporte al aire libre una vía de escape, de contacto total con la naturaleza y un punto de desconexión de esta locura llamada primer mundo.
Corriendo parece como si mi cabeza se vaciara de todos aquellos pensamientos que no merecen la pena. Y este año no he podido correr. Y este año he intentado correr y el cuerpo no tiraba. Y he tenido que dejar atrás un montón de planes y un montón de amigos porque mi cuerpo no les seguía el ritmo.
Y esque a veces no es solo cuestión de ganas.
Desde Mayo cero inscripciones a carreras, y cero objetivos a corto o medio plazo.
Dicho esto querido diario ya sabes cómo va esto, si la vida te da limones, limonada!!
Como las fuerzas no han respondido como me gustaría he ocupado esta temporada haciendo de voluntaria, haciendo de liebre a 5’30”, ayudando a preparar los retos de otros, corriendo maratones como escoba y en general de lo que ha hecho falta. Y esque a veces la vida no consiste en ponerte constantemente a prueba, si no en ayudar a otros a conseguir sus propias metas.
Lo que tenía claro es que no quería dejar de lado este mundo que siempre me ha hecho tan feliz.
Aun y así querido diario no te creas que no he corrido carreras, vaya si las he corrido!!
La sorpresa más especial de este año sucedió el mes de Julio cuando crucé sin despeinarme la meta de una de las carreras con más solera de Aragon. La distancia de 57kms, la vuelta al aneto, dentro de las carreras del Gran Trail Aneto Posets.
La habíamos preparado juntos, me sabía el recorrido al dedillo, piedra a piedra, pero finalmente… no pudo ser.
Imaginad la situación. En casa, suena el teléfono, se oyen voces y sonidos de cencerros. “Estoy entrando a meta!! Y quiero que entremos juntos”
Y hasta aquí puedo leer. Menuda súper explosión de emociones.
Así me gusta la vida, y así me gusta que sean las personas que me rodean. Personas que no hacen ruido, pero que te hacen sentir única y especial cuando menos te lo esperas.
Este año he cruzado la meta de la vuelta al Aneto, y he cruzado la meta de alguna que otra carrera más; he bajado incluso de la ermita de un pueblo a toda pastilla escuchando el flying free.
Y yo no he corrido ni un solo kilómetro, pero he sido participe de todos ellos y lo que he perdido de glucógeno muscular lo he ganado en tamaño de corazón.
Y desde hace unas semanas parece que el cuerpo empieza a dar una tregua, así que no mejor no perder el tiempo y a echar un vistazo al calendario del 2023 que la cosa promete.
Cierro diario, cierto etapa y saco conclusiones. Habéis sacado las vuestras? Os animo a hacerlo, que siempre merece la pena.
Hasta aquí mi última página de los diarios de Sara de este año 2022.
Territorio trail 7.Dic.2022