No eres sólo aquel que firma
En el libro de familia
Ni eres el silencio en el sofá
Viendo un partido en zapatillas

Alejandro Sanz

Hace justo un año estaba trabajando en la misma ciudad donde me toca dar formación esta semana, Palermo. Y fue en Palermo donde escribí “Con P de papá”, y este año toca dedicar la entrada de blog a todos los papis del siglo XXI.

Se habla mucho del empoderamiento femenino, de las “multi-tasking” women del planeta, y oigan, que sepan que a mí mis amigos papis me tienen el corazón robado.

Me tienen el corazón robado porque son padres, hijos, trabajadores, psicólogos, compañeros de juego, coach de hijos adolescentes, deportistas, maridos, parejas y hombres. Me tienen el corazón robado porque muestran su sensibilidad sin miedo, porque lloran y no les da vergüenza, y tampoco les da vergüenza reconocer sus inseguridades, porque hablan y porque entienden que la comunicación es el secreto de cualquier relación. Me tienen el corazón robado porque tan pronto se disfrazan de princesa como repasan las tareas de matemáticas como cocinan la cena de todos. Porque no se quejan, porque aceptan su rol de padre sin depender de nadie. Porque se interesan y se esfuerzan en hacer de sus familias un equipazo completo. Porque no sólo son padres si no que también son hijos cariñosos y preocupados y porque son el hombro y el abrazo de mis amigas mujeres. Porque son su apoyo incondicional, su paciencia, su sonrisa y su tableta de chocolate favorita en los días más chof del mes.

Me gustan los hombres así, me gustan los hombres con los que se puede contar siempre. Estos meses de reciclaje en los que he tenido quizá más días regulares que animosos, contar con mis “padre-amigos” como Angel, Hector, Miguel, Jose… Contar con sus mensajes matutinos, sus consejos y sus broncas, sus detalles y su compañía ha sido de lo más reconfortante, así les han salido es@s hij@s tan molones con los que disfruto tantísimo también. De tal palo tal astilla qué narices.

Y ahí están ellos, rompiendo corazas y cánones con olor a naftalina. Demostrando que ser papi tatuado o trailero no significa que no sepas o no quieras cocinar bizcochos y hacer figuras de plastilina.

Desde hace años que pienso que incluso como pareja, más allá del sexo y del enamoramiento típico de los primeros meses, sabes que “es ahí” cuando ese padre cuidador, tierno y emocional también se refleja en la relación; y es que al final todos nos haremos mayores, y los hijos volarán del nido, y ese padre que ha cuidado de sus hijos y de sus propios padres estará ahí contigo, dándote cobijo, y cocinando bizcochos blanditos, y de paseo cogidos de la mano tocará decidir qué hacer cuando el dolorcillo de riñones y lo de frotarse la espalda se ponga complicado.

Los papis versión 2.0. Los hombres no papis con esencia de serlo. Va por vosotros, os admiro. No cambiéis nunca ❤️

Y con esto de no jugármela con el copyright las fotos de este artículo me las ha regalado la mujer que mejor sabe retratar en foto las emociones de su súper familia, feliz día para tí también Noel @b_mom_ ( https://instagram.com/b_mom_ )